Escuela
Filosófica
Escuela filosófica es un concepto antiguo muy extendido en la bibliografía, que
la mayoría de las veces no apunta a una realidad histórica de "escuela" entendida como una institución jerarquizada y con continuidad, sino a una simple agrupación de filósofos (escuela
de pensamiento, corriente de pensamiento, corriente filosófica,
doctrina filosófica o movimiento filosófico) que por razones
didácticas o de clasificación se han agrupado por quien ha decidido identificar
con una etiqueta o denominación conjunta los rasgos comunes en su manera de
pensar o de proceder en relación a la filosofía, su
común procedencia geográfica o su cercanía cronológica, dando por hecho que una
escuela filosófica surge a partir de las enseñanzas de un maestro y en
oposición a una escuela rival, cosa que solo puede aplicarse con rigor a muy
pocas de ellas (por ejemplo, la escuela pitagórica o la Academia de Platón).
Otros nombres para aproximadamente la misma
idea son: escuela de pensamiento, corriente de
pensamiento, corriente filosófica, doctrina filosófica y movimiento
filosófico.
Positivismo
El positivismo es una
corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las teorías a través del método científico. El positivismo deriva de la epistemología que surge en Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Saint-Simon primero, de Augusto Comte segundo, y del británico John Stuart Mill y se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad
de dicho siglo. Según esta escuela, todas las actividades filosóficas y
científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia.

Características
Estas corrientes tienen como
características diferenciadoras la defensa de un monismo metodológico (teoría que afirma que hay un solo método aplicable en todas las
ciencias). La explicación científica ha de tener la misma forma en cualquier
ciencia si se aspira a ser ciencia, específicamente el método de estudio de las
ciencias
físico-naturales. A su vez, el objetivo del
conocimiento para el positivismo es explicar causalmente los fenómenos por medio de leyes generales y universales, lo que le lleva a considerar a la razón como medio
para otros fines (razón instrumental). La forma que tiene de conocer es inductiva, despreciando la creación de teorías a partir de principios que no han
sido percibidos objetivamente. En metodología histórica, el positivismo prima fundamentalmente las pruebas documentadas, minusvalorando las interpretaciones generales, por lo que los trabajos
de esta naturaleza suelen tener excesiva acumulación documental y escasa síntesis interpretativa. Auguste Comte formuló a mediados del siglo XIX la idea de la creación de la sociología como ciencia que tiene a la sociedad como su objeto de estudio. La
sociología sería un conocimiento libre de todas las relaciones con la filosofía
y basada en datos empíricos en igual medida que las ciencias naturales Una de sus propuestas más destacadas es la de la investigación empírica
para la comprensión de los fenómenos sociales, de la estructura y el cambio
social (razón por la que se le considera padre de la sociología como disciplina científica). Comte presenta a la historia humana en
tres fases o estadios:
- Estadio teológico o mágico: corresponde a la infancia de la humanidad; en esta época las
personas dan explicaciones mágicas de los fenómenos naturales, utilizan
categorías antropológicas para comprender el mundo y técnicas mágicas para dominarlo.
- Estadio metafísico o filosófico: las
explicaciones son racionales, se busca el porqué de las cosas, y se
sustituye a los dioses por entidades abstractas y términos metafísicos.
- Estadio científico o positivo: es la
definitiva. El conocimiento se basa en la observación y la experiencia, y
se expresa con el recurso de la matemática. Se busca el conocimiento de las Leyes de la Naturaleza para su
dominio técnico.
Además afirma que no es posible alcanzar un
conocimiento de realidades que estén más allá de lo dado, de lo positivo, y
niega que la filosofía pueda dar información acerca del mundo: esta tarea corresponde exclusivamente a las
ciencias.
Racionalismo
Movimiento filosófico
desarrollado particularmente en la Europa continental durante los siglos XVII y
XVIII y caracterizado por la primacía que dieron a la razón en la
fundamentación del conocimiento, la fascinación por la matemática y la defensa
de la existencia de ideas innatas y de la intuición intelectual.
El término “racionalismo” tiene un significado muy amplio: en general, llamamos
racionalista a toda posición filosófica que prima el uso de la razón frente a
otras instancias como la fe, la autoridad, la vida, lo irracional, la
experiencia empírica, ... Es racionalista todo aquél que cree que el
fundamento, el principio supremo, es la razón. Junto con ello, cabe ser
racionalista en relación con un género de cuestiones y no serlo en relación con
otro: por ejemplo se puede reivindicar la necesidad del ejercicio de la razón
en política y rechazarlo en religión.
Pero el término “racionalismo” se usa comúnmente en la historia de la filosofía para designar una cierta forma de fundamentar el conocimiento: cabe pensar que el conocimiento descansa en la razón, o que descansa en la experiencia sensible; así, puesto que valoraron más la razón que los sentidos, podemos llamar a Parménides, Platón y Descartes racionalistas; y podemos decir que Aristóteles, Santo Tomás y, por supuesto, Hume, tienden al empirismo, dado el valor que dieron a la experiencia sensible o percepción.
Pero el término “racionalismo” se usa comúnmente en la historia de la filosofía para designar una cierta forma de fundamentar el conocimiento: cabe pensar que el conocimiento descansa en la razón, o que descansa en la experiencia sensible; así, puesto que valoraron más la razón que los sentidos, podemos llamar a Parménides, Platón y Descartes racionalistas; y podemos decir que Aristóteles, Santo Tomás y, por supuesto, Hume, tienden al empirismo, dado el valor que dieron a la experiencia sensible o percepción.
Sin embargo, a pesar de que pueda recibir distintas acepciones y aplicarse en
esferas distintas, el término “Racionalismo” se utiliza primordialmente para
referirse a la corriente filosófica de la Edad Moderna que se inicia con
Descartes, desarrolla en la Europa continental con Spinoza, Malebranche y
Leibniz, y se opone al empirismo que en esta misma época tiene éxito en las
Islas Británicas.
Características
Los rasgos que mejor
caracterizan al racionalismo moderno son los siguientes:
1. La tesis de que todos nuestros conocimientos acerca
de la realidad proceden no de
los sentidos, sino de la razón,
del entendimiento mismo.
2. El conocimiento puede ser construido
deductivamente a partir de unos primeros principios.
3. Los primeros
principios del conocimiento no se pueden extraer de la experiencia empírica
sino que se encuentran ya en el entendimiento: el innatismo de las ideas.
4. Consideración de
la deducción y más aún de la intuición intelectual como los
métodos más adecuados para el ejercicio del pensamiento.
5. La consideración
de la matemática como ciencia ideal.
6. Reivindicación
del argumento ontológico para la demostración de la existencia de Dios
7. La apreciación
optimista del poder de la razón, ésta no tiene límites y puede
alcanzar a todo lo real.
Consulta:
Videos
https://www.youtube.com/watch?v=L1STCcQYMfo
https://www.youtube.com/watch?v=LWFgE5Eyd00
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